La ría de Arousa acoge desde hace más de un año a dos delfines mulares solitarios, una hembra adulta y su cría, conocidas como Ladeira y Ladiña. La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) ha lanzado un llamamiento urgente a la población: mantener la distancia y respetar su espacio natural.
Una situación delicada
Los expertos han confirmado que la hembra adulta sufre una enfermedad que le provoca dolor intenso. Este problema la obliga a descansar durante horas, incluso hasta cuatro seguidas, flotando inmóvil en la superficie. Su cría, que nunca se separa de ella, presenta una herida visible en la aleta dorsal.
Ambos ejemplares viven aislados del resto de la manada. Su comportamiento inusual refuerza la necesidad de extremar la precaución, evitando cualquier tipo de contacto o acercamiento innecesario.
De A Guarda a la ría arousana
Ladeira y Ladiña fueron avistadas por primera vez en mayo de 2024 en A Guarda. Después se desplazaron hacia Baiona y finalmente se establecieron en la ría de Arousa, donde permanecen desde hace meses. Su presencia constante ha despertado la atención de curiosos y navegantes.
Evitar riesgos para los animales
Cemma advierte que cualquier intento de aproximarse a los delfines, ya sea en embarcaciones o desde el agua, altera su descanso y puede poner en peligro su supervivencia. La organización recuerda que las interacciones humanas con fauna salvaje nunca deben sustituir la observación responsable y a distancia.
Convivencia responsable
La llamada al respeto busca garantizar que madre e hija continúen su vida en la ría sin sufrir el impacto de la actividad humana. La mejor manera de protegerlas es dejarlas tranquilas y permitir que descansen en paz.
Con este mensaje, Cemma subraya que la conservación marina depende también de la actitud responsable de quienes disfrutan del mar.
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