Ourense se consolida como la ciudad gallega más morosa
Ourense se mantiene al frente del ránking de morosidad en Galicia. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, el Concello tarda más del doble que la media gallega en pagar a proveedores. El período medio de pago alcanza los 85 días. En comparación, la segunda ciudad más lenta, A Coruña, tarda unos 42 días.
Estos números preocupan. La Ley de Morosidad fija un máximo de 30 días para las administraciones. Ourense lo supera con creces, lo que genera malestar entre autónomos y pequeñas empresas. Desde el gobierno local reconocen la gravedad. Sin embargo, justifican el retraso por la acumulación de expedientes y falta de personal en el área de Intervención.
Al mismo tiempo, aseguran que se están tomando medidas. Entre ellas, la digitalización de procesos y la reorganización interna del área económica. A pesar de estas promesas, la realidad es tozuda. Ourense ya encadenó varios ejercicios liderando esta estadística negativa, y la tendencia no mejora.
Las consecuencias de esta morosidad se notan especialmente en proveedores locales. Muchos dependen de estos cobros para sostener su actividad.
Impacto económico y escasa reacción institucional
Los expertos advierten de un efecto dominó. Si el Concello no paga, las pequeñas empresas se endeudan para sobrevivir, lo que afecta al empleo y al consumo.
Además, otros municipios gallegos sí han mejorado. Vigo, Santiago y Lugo han reducido sus plazos de pago durante el último año. El contraste deja a Ourense en una posición delicada, siendo esta la de ciudad gallega más morosa. No solo como incumplidora legal, sino también como freno para su economía local.
Mientras tanto, los empresarios piden respuestas concretas y soluciones urgentes. Porque cada día de retraso cuesta.
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