
O Saviñao es historia, paisaje y vino. En el corazón de la Ribeira Sacra, guarda iglesias románicas, viñedos verticales y miradores inolvidables. Un lugar para detenerse.
Por qué visitar O Saviñao
Visitar O Saviñao es una experiencia que mezcla historia, naturaleza y cultura vitivinícola. Este municipio, ubicado en el sur de la provincia de Lugo, forma parte del alma de la Ribeira Sacra, una de las zonas más bellas y menos masificadas de Galicia. Aquí, el río Miño serpentea entre valles cubiertos de viñedos, salpicados de iglesias románicas, pazos escondidos y aldeas que aún conservan su ritmo tradicional.
El paisaje es protagonista. Los viñedos en bancales que desafían la pendiente, conocidos como «viticultura heroica«, convierten cada paseo o ruta en una postal viva. Además, los miradores naturales permiten contemplar la grandeza del valle del Miño desde alturas impresionantes, sobre todo al atardecer.
Pero O Saviñao también invita a descubrir su rico patrimonio románico, con templos que datan de los siglos XI y XII. La tranquilidad del entorno, unida a la autenticidad de sus gentes y productos locales, convierte este destino en un refugio perfecto para desconectar y reconectar. Ya sea en pareja, en familia o en solitario, O Saviñao ofrece una Galicia sincera, de piedra, vino y silencio.
Las 3 paradas que no puedes dejar de hacer si visitas O Saviñao

Iglesia de San Pelayo de Diomondi
Una joya del románico gallego, construida en el siglo XII. Su fachada, su rosetón y su entorno con vistas al Miño la convierten en parada imprescindible.

Mirador Cabo do Mundo II
Desde este espectacular mirador se contempla una de las curvas más fotografiadas del río Miño. Rodeado de viñedos, ofrece una panorámica única al atardecer.

Santo Estevo de Ribas de Miño
La iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño es un magnífico templo románico del siglo XII situado en un entorno natural junto al río Miño.
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Historia
La historia de O Saviñao se remonta a la época romana, aunque su verdadero esplendor comienza en la Edad Media. Gracias a su ubicación estratégica junto al río Miño, fue lugar de paso y asentamiento para monjes y nobles. En esta época se levantaron muchas de las iglesias románicas que hoy siguen en pie, como San Vicente de Pombeiro o Santo Estevo de Ribas de Miño, integradas en antiguos caminos de peregrinación y rutas de paso de mercancías.
En tiempos más recientes, O Saviñao vivió una etapa de esplendor rural gracias a la agricultura y, sobre todo, al cultivo de la vid. Su tradición vitícola ha perdurado hasta hoy y se ha convertido en una de sus principales señas de identidad, junto al patrimonio religioso y señorial que aún puede verse en pazos y casas solariegas.
Leyendas
Como muchos pueblos gallegos, O Saviñao guarda leyendas que mezclan lo sagrado con lo misterioso. Una de las más conocidas gira en torno a la Iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, cuya construcción, se dice, fue ayudada por ángeles durante la noche, al ver que los hombres no podían levantar sus muros junto al río.
También hay cuentos sobre túneles secretos entre iglesias y pazos, donde los antiguos señores ocultaban tesoros o escapaban de conflictos. Los vecinos hablan de luces que cruzan los montes en noches cerradas, y de campanas que suenan sin que nadie las toque, sobre todo en días de niebla.
Gastronomía
La cocina de O Saviñao es fiel a la tradición gallega, con productos de calidad y recetas de siempre. Destaca por sus vinos tintos y blancos de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, especialmente los elaborados con uvas Mencía y Godello. Estos caldos maridan perfectamente con los platos típicos de la zona.
Entre ellos, no pueden faltar el lacón con grelos, el pulpo á feira, las empanadas artesanas y las carnes asadas o guisadas con paciencia y buen vino. También se disfrutan quesos y postres caseros, como las filloas o las bicas. Comer en O Saviñao es descubrir la Galicia de sabores puros y cocina hecha con mimo.
Qué ver cerca de O Saviñao

Monforte de Lemos
A solo 15 minutos, esta ciudad histórica ofrece un castillo, el colegio de los Escolapios y una excelente oferta gastronómica y cultural.

Belesar
A orillas del Miño, este pueblo con embarcadero permite disfrutar de paseos en catamarán por los cañones del río y observar los viñedos desde el agua.

Chantada
A menos de 20 minutos, una histórica villa gallega en la Ribeira Sacra, famosa por su arquitectura, sus vinos y su vibrante vida cultural.











