

El Monte de O Castro, en pleno centro de Vigo, combina historia, naturaleza y vistas panorámicas. Un lugar clave para entender la ciudad y su origen.
Porque visitar el Monte de O Castro
El Monte de O Castro es mucho más que un parque urbano. Es el corazón geográfico, histórico y simbólico de Vigo, la ciudad más grande de Galicia. Desde sus 147 metros de altitud, ofrece una panorámica privilegiada de la ría, el puerto y las islas Cíes. Pero lo que realmente lo hace especial es su combinación única de naturaleza, arqueología e historia militar.
Pasear por O Castro es como abrir un libro vivo de la ciudad. En sus laderas se encuentran los restos del poblado castrexo original, donde se asentaron los primeros habitantes hace más de 2.000 años. Más arriba, las murallas y cañones de la fortaleza recuerdan la defensa frente a ataques enemigos, como el famoso asalto británico de 1702.
Además, los jardines del monte están cuidados con mimo y llenos de esculturas, fuentes, especies botánicas autóctonas y bancos donde sentarse a disfrutar de la brisa marina. No es casualidad que muchos vigueses lo elijan como lugar de paseo, meditación o encuentro.
Las 3 paradas que no puedes dejar de hacer si visitas el Monte de O Castro

El poblado castrexo reconstruido
En uno de los senderos encontrarás las ruinas restauradas del antiguo castro celta que dio origen a Vigo. Las viviendas circulares de piedra y los paneles explicativos permiten imaginar cómo vivían sus habitantes en la Edad de Hierro. Es una lección de historia al aire libre.

La fortaleza de O Castro y sus vistas
La fortaleza militar, construida en el siglo XVII, ofrece algunos de los mejores miradores de la ciudad. Puedes subir a las almenas, rodear los bastiones y disfrutar de la panorámica de la ría de Vigo. Los jardines que la rodean hacen que la experiencia sea tan relajante como instructiva.

El bosque urbano y los jardines ornamentales
Entre eucaliptos, robles, camelias y esculturas se extienden senderos que atraviesan zonas ajardinadas y boscosas. Hay zonas de descanso, áreas infantiles y un estanque con patos. Ideal para una pausa en la visita o un picnic con vistas inigualables.
Descubre todo sobre el Monte de O Castro
Historia
El Monte de O Castro ha estado habitado desde hace más de 2.000 años. El primer asentamiento castrexo del siglo II a.C. fue el origen de lo que hoy es Vigo. Con la llegada de los romanos, el núcleo poblacional se desplazó hacia el puerto, pero el monte siguió siendo lugar estratégico.
En el siglo XVII, ante los constantes ataques piratas y las guerras europeas, se levantó la fortaleza de O Castro, que formó parte del sistema defensivo de Vigo junto con el Castelo de San Sebastián. Durante la Batalla de Rande, en 1702, sus cañones participaron en la defensa de la ría frente a la escuadra anglo-holandesa.
A partir del siglo XX, el monte fue urbanizado como parque público, respetando su patrimonio histórico. Hoy, tanto las ruinas castrexas como las estructuras militares están protegidas y puestas en valor como parte esencial de la historia de Vigo.
Leyendas
Una leyenda cuenta que bajo el monte existe un túnel secreto que conecta el castro con el puerto, usado por druidas y luego por soldados para escapar en tiempos de guerra. Aunque nunca ha sido encontrado, la historia sigue viva en la tradición oral.
Otra creencia popular es que el monte está protegido por el «Espíritu do Castro», una figura mitológica gallega que cuida el lugar y castiga a quienes dañan la naturaleza o alteran la paz del entorno. Algunos aseguran haber sentido su presencia entre la niebla.
Gastronomía
En los alrededores del Monte de O Castro, especialmente hacia el centro de Vigo, abundan las taperías y marisquerías. Aquí se pueden saborear ostras de la ría, empanadas gallegas, pulpo á feira y mariscos frescos traídos cada mañana del puerto.
La calle de las Ostras, muy cerca, es famosa por su ambiente y sabor. También puedes acompañar tu comida con vinos D.O. Rías Baixas, especialmente el albariño, muy apreciado en la zona. De postre, no falta la tarta de Santiago ni los filloas en temporada.