
Miño, en las Rías Altas, combina playas, naturaleza y tradición gallega. Ideal para desconectar, pasear junto al mar y descubrir su historia y cultura local.
Porque visitar Miño
Situado entre Betanzos y Pontedeume, Miño es uno de los destinos más agradables de las Rías Altas gallegas. Con su carácter tranquilo y familiar, este municipio ofrece una fusión perfecta entre costa, campo y tradiciones vivas. Sus playas, como la de Miño o la de Perbes, son conocidas por su belleza, aguas calmas y arena fina, lo que las convierte en lugares ideales para familias con niños y quienes buscan tranquilidad sin renunciar al encanto marinero.
Además de su costa, Miño sorprende por su entorno natural, donde destacan rutas como el camino fluvial del río Baxoi o el Camino Inglés a Santiago, que cruza el municipio. Pasear por estos senderos permite conectar con la naturaleza, observar aves, respirar aire limpio y descubrir pequeños secretos entre el verde gallego.
Miño también ofrece una buena infraestructura turística, con opciones de alojamiento, restaurantes, áreas recreativas y actividades para todos los gustos. La cercanía a ciudades como A Coruña o Ferrol facilita excursiones de un día, mientras que la identidad rural y marinera del lugar invita a quedarse y explorarlo con calma.
Las 3 paradas que no puedes dejar de hacer si visitas Miño

Playa Grande de Miño
Una de las playas más populares de la zona, con casi un kilómetro de arena dorada, aguas tranquilas y todos los servicios necesarios. Ideal para familias, nadadores y caminantes. En verano, su paseo marítimo se llena de vida con mercadillos, heladerías y terrazas frente al mar.

Paseo fluvial del río Baxoi
Esta ruta peatonal discurre junto al río Baxoi entre sombra y vegetación autóctona. Es perfecta para hacer caminatas tranquilas o ir en bicicleta. A lo largo del camino se encuentran bancos, pequeños puentes de madera y áreas de descanso. En primavera y otoño, el paisaje se transforma en una paleta de colores.

Iglesia de San Xoán de Vilanova
Un templo románico reconstruido en el siglo XVIII que guarda detalles arquitectónicos únicos. El entorno, rodeado de robles y vistas al valle, invita a la contemplación y la fotografía. Además, se encuentra cerca de antiguas casas señoriales que muestran el pasado hidalgo del municipio.
Descubre todo sobre Miño
Historia
Miño cuenta con una historia ligada al mar y al Camino de Santiago. Durante siglos, su ubicación estratégica entre Betanzos y Pontedeume lo convirtió en un lugar de paso para comerciantes, peregrinos y marineros. Documentos históricos citan su existencia desde la Edad Media, cuando pertenecía al entorno del monasterio de Sobrado dos Monxes y al señorío de los Andrade.
En tiempos más recientes, Miño fue lugar de veraneo para familias de A Coruña y Betanzos, lo que favoreció la construcción de villas señoriales y paseos marítimos. La llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX impulsó aún más su desarrollo como destino vacacional, una función que hoy sigue cumpliendo con encanto.
Leyendas
Las historias populares de Miño están marcadas por la presencia del mar y los caminos. Se cuenta que en la zona del río Baxoi aparece en las noches de niebla una sombra sin rostro que guía —o despista— a los caminantes del antiguo Camino Inglés. Algunos aseguran que es un antiguo monje que nunca llegó a Compostela.
Otra leyenda habla de una sirena que se aparece en la playa de Perbes durante la marea baja, cantando para advertir de tormentas o naufragios. Los pescadores más veteranos aún la mencionan como símbolo de respeto al mar.
Gastronomía
La cocina de Miño es una deliciosa representación de la gastronomía atlántica gallega. Los mariscos frescos, especialmente almejas, berberechos y mejillones, llegan cada día a los restaurantes desde las rías cercanas. No puede faltar el pulpo á feira, servido con aceite de oliva y pimentón sobre tabla de madera, ni el lacón con grelos, típico de invierno.
En los meses de verano, los bares ofrecen empanadas de berberechos y xoubas (sardinas pequeñas), ideales para un picnic frente al mar. En repostería destacan las filloas, el flan de queso y la tarta de almendra. Todo ello puede acompañarse con un vino blanco de las Rías Baixas o un albariño fresco.
Que ver cerca de Miño

Pontedeume y el castillo de los Andrade
A menos de 10 minutos, Pontedeume ofrece un casco histórico encantador, el imponente puente medieval y el castillo de Nogueirosa, desde donde se obtienen vistas panorámicas de la ría.

Fragas do Eume
Este parque natural es uno de los bosques atlánticos mejor conservados de Europa. Senderos frondosos, monasterios ocultos como Caaveiro y una atmósfera de cuento lo convierten en visita obligada.

Betanzos
Conocida por sus calles empedradas, iglesias góticas y su famosa tortilla, Betanzos es perfecta para una escapada cultural. Además, organiza festivales y ferias históricas todo el año.