
La Catedral de Mondoñedo es un tesoro del gótico gallego. Su historia, su órgano barroco y su museo la convierten en una visita obligada en Lugo.
¿Por qué visitar la Catedral de Mondoñedo?
Visitar la Catedral de Mondoñedo es asomarse a más de ochocientos años de historia gallega. Situada en el corazón del casco antiguo de la ciudad, esta joya arquitectónica combina belleza, simbolismo y serenidad. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO dentro del Camino de Santiago del Norte, lo que reafirma su valor cultural y espiritual.
Conocida como la “catedral arrodillada” por sus proporciones horizontales y armoniosas, este templo comenzó a construirse en el siglo XIII. A lo largo de los siglos ha sido ampliada y enriquecida, incorporando elementos góticos, barrocos y neoclásicos. Su fachada, sobria y elegante, da paso a un interior que sorprende por su luminosidad y equilibrio arquitectónico.
Al cruzar su puerta, el visitante encuentra una catedral viva, que ha resistido guerras, reformas y siglos de devoción. Además de lugar de culto, es también un punto de encuentro cultural: alberga un museo diocesano con piezas de gran valor histórico, como códices, ornamentos litúrgicos y esculturas medievales.
Pasear por sus naves, escuchar el sonido del órgano barroco o contemplar la belleza de sus vitrales es una experiencia que invita al recogimiento. No es solo una parada para creyentes, sino para todo aquel que quiera comprender mejor el alma de Galicia.
¿Qué ver en la Catedral de Mondoñedo?

La fachada y el rosetón central
La fachada principal de la catedral destaca por su equilibrio simétrico. En el centro, un rosetón de tracería gótica deja pasar la luz al interior creando un efecto envolvente. Dos torres campanario flanquean la entrada y aportan un aire sobrio y majestuoso al conjunto. Desde la plaza, la vista de la catedral es perfecta para una foto panorámica.

El interior y el órgano barroco
Dentro, las tres naves góticas desembocan en un altar mayor ricamente decorado. Lo más impresionante es el órgano barroco, uno de los más antiguos y mejor conservados de Galicia. Su sonido llena el templo en celebraciones especiales y conciertos. También destacan los retablos laterales, los vitrales coloridos y la capilla del obispo Sarmiento, joya del barroco gallego.

El Museo Catedralicio
Ubicado en las dependencias del claustro, el Museo Catedralicio e Diocesano conserva piezas que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XX. Incluye manuscritos, objetos litúrgicos, arte sacro y documentos históricos que narran la evolución espiritual y artística de la diócesis. Su visita complementa y enriquece la experiencia cultural del templo.










