Playa de Rodas
Playa de Rodas

La Playa de Rodas, en las Islas Cíes, ofrece arena blanca y aguas cristalinas. Conecta las islas de Monteagudo y do Faro en un entorno natural protegido.

¿Por qué visitar la Playa de Rodas?

La Playa de Rodas, situada en el archipiélago de las Islas Cíes, es uno de los destinos costeros más impresionantes de Galicia. Este arenal de más de un kilómetro de longitud une las islas de Monteagudo y do Faro, formando una media luna perfecta de arena blanca y fina, bañada por aguas cristalinas de tonos turquesa.

Este enclave natural forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, lo que garantiza su conservación y limita el número de visitantes diarios para preservar su ecosistema . La playa está rodeada de dunas naturales y bosques de pinos, ofreciendo un paisaje de gran belleza y biodiversidad.

Acceder a la Playa de Rodas es una experiencia en sí misma. Se llega únicamente por mar, mediante embarcaciones que parten desde Vigo, Baiona o Cangas. Esta limitación de acceso contribuye a mantener la tranquilidad y el estado virgen del lugar.

¿Qué ver en la Playa de Rodas?

Playa de Rodas

Paisaje natural y biodiversidad

La Playa de Rodas se caracteriza por su entorno natural bien conservado. Las dunas que la rodean albergan una flora y fauna únicas, incluyendo aves marinas como la gaviota patiamarilla, que encuentra en las Islas Cíes una de sus mayores colonias . Los bosques de pinos y eucaliptos que llegan hasta la arena ofrecen sombra y un ambiente fresco, ideal para paseos y descanso.

Playa de Rodas

Actividades y servicios

A pesar de su carácter natural, la Playa de Rodas cuenta con servicios básicos para los visitantes. Dispone de vigilancia, aseos, un restaurante cercano y un camping para quienes deseen pernoctar en las islas . Las aguas tranquilas y transparentes son perfectas para el baño y el snorkel, permitiendo observar la vida marina en su hábitat natural.

Playa de Rodas

Acceso y sostenibilidad

El acceso a la Playa de Rodas está regulado para proteger el entorno. Es necesario solicitar un permiso previo para visitar las Islas Cíes, y el número de visitantes diarios está limitado. Esta medida garantiza una experiencia tranquila y sostenible, preservando la belleza y biodiversidad del lugar para futuras generaciones.