

El Parque de Castrelos es el mayor parque urbano de Vigo. Historia, jardines, cultura y naturaleza se combinan en un espacio ideal para disfrutar en cualquier estación.
Porque visitar el Parque de Castrelos
Visitar el Parque de Castrelos es sumergirse en un espacio que combina patrimonio, botánica y vida local. Este gran parque público, el más extenso de Vigo, ofrece múltiples experiencias en un solo lugar: pasear entre robles centenarios, conocer un pazo-museo cargado de historia o asistir a conciertos en su auditorio natural.
Uno de los principales atractivos del parque es el Pazo Quiñones de León, que alberga el museo de la ciudad. Sus jardines históricos, de estilo francés e inglés, están considerados uno de los conjuntos paisajísticos más bellos de Galicia. Además, el parque está atravesado por el río Lagares, lo que añade frescura y belleza natural al entorno.
Tanto si buscas una visita cultural como una jornada familiar o una simple caminata, Castrelos te ofrece espacio, sombra, bancos, zonas de juegos infantiles y caminos amplios por los que perderse sin salir de la ciudad. También es habitual ver grupos de personas practicando yoga, deporte o simplemente leyendo en el césped.
Las 3 paradas que no puedes dejar de hacer si visitas el Parque de Castrelos

El Pazo-Museo Quiñones de León
Este pazo, donado a la ciudad en el siglo XX, fue residencia noble y hoy es el Museo Municipal de Vigo. Su interior conserva mobiliario de época, colecciones de arte gallego, piezas arqueológicas y exposiciones temporales. Además, sus jardines, rodeados de setos y esculturas, son un espectáculo en sí mismos.

El auditorio al aire libre
El anfiteatro natural del parque acoge conciertos y espectáculos durante todo el verano. Artistas internacionales han pasado por este escenario al aire libre, considerado uno de los más singulares de Galicia. Si tienes oportunidad, asiste a un evento bajo las estrellas.

Los jardines históricos
Divididos entre jardín francés e inglés, estos espacios fueron diseñados para el deleite de los sentidos. Caminos simétricos, fuentes, esculturas y una vegetación cuidada componen un recorrido poético y relajante. En primavera, el parque se llena de aromas y colores.
Descubre todo sobre el Parque de Castrelos
Historia
El Monte de O Castro ha estado habitado desde hace más de 2.000 años. El primer asentamiento castrexo del siglo II a.C. fue el origen de lo que hoy es Vigo. Con la llegada de los romanos, el núcleo poblacional se desplazó hacia el puerto, pero el monte siguió siendo lugar estratégico.
En el siglo XVII, ante los constantes ataques piratas y las guerras europeas, se levantó la fortaleza de O Castro, que formó parte del sistema defensivo de Vigo junto con el Castelo de San Sebastián. Durante la Batalla de Rande, en 1702, sus cañones participaron en la defensa de la ría frente a la escuadra anglo-holandesa.
A partir del siglo XX, el monte fue urbanizado como parque público, respetando su patrimonio histórico. Hoy, tanto las ruinas castrexas como las estructuras militares están protegidas y puestas en valor como parte esencial de la historia de Vigo.
Leyendas
Una leyenda cuenta que bajo el monte existe un túnel secreto que conecta el castro con el puerto, usado por druidas y luego por soldados para escapar en tiempos de guerra. Aunque nunca ha sido encontrado, la historia sigue viva en la tradición oral.
Otra creencia popular es que el monte está protegido por el «Espíritu do Castro», una figura mitológica gallega que cuida el lugar y castiga a quienes dañan la naturaleza o alteran la paz del entorno. Algunos aseguran haber sentido su presencia entre la niebla.
Gastronomía
En los alrededores del Monte de O Castro, especialmente hacia el centro de Vigo, abundan las taperías y marisquerías. Aquí se pueden saborear ostras de la ría, empanadas gallegas, pulpo á feira y mariscos frescos traídos cada mañana del puerto.
La calle de las Ostras, muy cerca, es famosa por su ambiente y sabor. También puedes acompañar tu comida con vinos D.O. Rías Baixas, especialmente el albariño, muy apreciado en la zona. De postre, no falta la tarta de Santiago ni los filloas en temporada.