
Triacastela es un tranquilo pueblo del Camino de Santiago. Montañas, historia y hospitalidad se unen aquí para ofrecer al peregrino una pausa llena de autenticidad gallega.
Por qué visitar Triacastela
Triacastela es un pequeño pero significativo enclave del Camino Francés a Santiago. Situado en una zona montañosa de la provincia de Lugo, este pueblo recibe cada día a cientos de peregrinos que buscan descanso, paisaje y autenticidad. A pesar de su tamaño, la villa ofrece historia, servicios y una gran riqueza natural.
El nombre de Triacastela se relaciona con tres antiguas fortalezas, hoy desaparecidas, que simbolizan el pasado defensivo de esta tierra de frontera. Caminar por sus calles es adentrarse en siglos de historia jacobea. Además, desde aquí, los peregrinos deben decidir entre dos rutas: la de Samos, con su monasterio, o la de San Xil, más natural y montañosa.
Pero no todo es camino. Triacastela cuenta con una hospitalidad genuina, alojamientos acogedores, buena comida y paisajes verdes que invitan a quedarse más allá de una noche. Es un rincón que representa la esencia rural de Galicia y el espíritu del Camino.
Las 3 paradas que no puedes dejar de hacer si visitas Triacastela

Iglesia de Santiago de Triacastela
Pequeña iglesia románica, reformada en el siglo XVIII, dedicada al apóstol. Es el corazón espiritual del pueblo y punto clave del recorrido jacobeo.

Monumento al Peregrino
El Monumento al Peregrino de Triacastela rinde homenaje a los caminantes del Camino de Santiago con una escultura de piedra en plena ruta jacobea.

Mirador natural hacia el valle
En los alrededores del pueblo, varios senderos llevan a miradores naturales desde los que se contemplan las montañas y los prados gallegos. Ideal al amanecer o al atardecer.
Descubre todo sobre Triacastela
Historia
Triacastela tiene un origen muy antiguo. Ya en el siglo IX aparece mencionada como paso importante en las rutas hacia Santiago. Su nombre, según se cree, proviene de tres castillos que vigilaban el paso natural hacia el occidente gallego, aunque hoy solo quedan restos arqueológicos.
Durante la Edad Media, la villa creció al abrigo del Camino de Santiago. Documentos históricos señalan que aquí se detenían los peregrinos para recoger piedra caliza con destino a la construcción de la catedral de Santiago, que luego se cocía en Cebreiro y se transformaba en cal.
A lo largo de los siglos, Triacastela se ha mantenido como un núcleo rural ligado al paso del tiempo y de los caminantes. Hoy conserva su carácter sencillo, pero sigue siendo un punto estratégico y simbólico en la ruta hacia la tumba del Apóstol.
Leyendas
Una antigua leyenda cuenta que, en noches de luna llena, se escuchan ecos de batallas antiguas entre los castillos que dieron nombre a la villa. Algunos aseguran que aún se oyen caballos y espadas en lo alto de los montes.
También se dice que una piedra con forma de concha, escondida en las afueras del pueblo, tiene poderes curativos si se toca con fe. Muchos peregrinos la buscan aún hoy como parte del ritual del Camino.
Las leyendas, transmitidas de boca en boca, enriquecen la experiencia de quienes pasan por Triacastela y abren la puerta al misterio del viaje.
Gastronomía
En Triacastela se come como en casa. La cocina es casera, abundante y con productos locales. Platos como el caldo gallego, el lacón con grelos y la carne de ternera gallega son protagonistas en las pensiones y restaurantes del pueblo.
El pan artesano, elaborado en hornos tradicionales, y los postres caseros como la bica o el queso fresco con miel, acompañan perfectamente cada comida. Además, los peregrinos suelen disfrutar de menús completos y económicos, pensados para recuperar fuerzas tras una jornada de caminata.
Todo ello regado con vino de la Ribeira Sacra o sidra local, según la temporada.
Qué ver cerca de Triacastela

Monasterio de Samos
A solo 10 km, este imponente monasterio benedictino ofrece visitas guiadas. Tiene claustros majestuosos, arte sacro y siglos de historia.

O Cebreiro
A 18 km. Aldea mítica del Camino, con pallozas, vistas impresionantes y la iglesia donde se guarda la leyenda del Santo Grial gallego.

Sarria
Sarria es una villa jacobea con encanto medieval, punto de partida favorito del Camino de Santiago y llena de vida peregrina todo el año.











